jueves, 20 de noviembre de 2008

Si tenéis 10 minutos leedlo


Noticia recogida de http://cibertaller.com/inocentlongboarders/ traducción de un artículo de la revista recomendado por Antonio Díaz "Antoñín"
4 de Diciembre de 2007.

Mi mejor amigo Brett estaba en una piscina de sangre, una milla mar adentro. La quilla de aluminio de la tabla de tow-in había partido en dos su gemelo desde la rodilla hasta su talón de Aquiles. Poniendo esta situación aún peor, las olas en las que estábamos metidos eran las más grandes que jamás había visto. Viviendo en Hawaii desde hace años, creerme; he visto olas enormes…

Desde hace años estoy bajo la tutela de los big riders legendarios Laird Hamilton y Dave Kalama. Ellos me hicieron creer que hacer surf en la ola más poderosa de Hawaii, Jaws; era algo posible para mi.
Llevaba años haciendo tow-in con Laird y sus amigos. Pero yo no estaba preparado aún para aquel día.

Todo empezó de manera “normal” para Laird. Otro día más de tow-in en olas de 14 metros.

Brett me telefoneó temprano para comentarme que entraba un buen swell del norte. Parecía un buen día. Laird había llamado a Brett para que fuese su compañero de tow-in (Dave Kalama, su habitual compañero de tow-in; el día anterior se había lesionado) Brett de todas formas me había conseguido un compañero de tow-in, Sierra Emory. Sierra es uno de los mejores tow surfers y windsurfer profesionales de Hawaii, con lo cual estaba en buenas manos.

Los cuatro habíamos quedado en el mirador a las 8:00. Las olas parecían tener entre 10 y 14 metros. Estaba limpio y divertido. Tiramos hacia Sprecklesville.

Una vez dentro, estaba más grande de lo que supusimos desde el mirador. Las olas medían entre 16 y 18 metros. Pero las condiciones eran perfectas y comenzamos a pillar olas perfectas.
Yo no me dí cuenta de lo realmente rápido que estaba subiendo el swell…literalmente crecia con cada serie de olas. El otro problema era el corto intervalo de tiempo que había entre las series dejando un escaso espacio para el rescate entre serie y serie.

A eso de las 10:30 Sierra me metió en una de las grandes. Yo miré a mi derecha y vi como Brett metía a Laird en mi ola también. Es habitual para Laird o Dave Kalama compartir la misma ola conmigo. Ellos suelen estar más adentro de la ola, siempre tras de mi…

Esa ola fue diferente. No dejaba de crecer y crecer. Lo siguiente que recuerdo es que volaba por la pared de un muro de 20 metros de altura a 80 km por hora y tenía a Laird a escasos metros detrás de mí.
Todo sucedió muy rápido. Tras acabar la ola y ya en el canal de seguridad Laird me gritó “¡¡¡Felicidades, has cogido la ola de tu vida¡¡¡”

Cuando tú ves a Laird haciendo giros en olas así piensas… “Yo puedo hacer eso”; pero a 80 km por hora en una ola lo último que pensé fue en girar. Él si lo hizo y perdió una quilla de las tres de su tabla. Con su tabla inútil para esas condiciones Brett y Laird salieron a por otra tabla.

Sierra y yo cambiamos posiciones en la moto y le metí en varias olas. Sierra se tiró a una muy gorda y fué engullido por la ola. Tras ello fui a rescatarle. Pero la siguiente ola le cayó como una avalancha de nieve en su cabeza. Tras ello decidimos seguir a los otros y salirnos. Apenas había espacio para el rescate entre ola y ola.

Laird condujo hasta su casa, y cogió una tabla más pesada. Las olas cada vez eran más grandes. Regresamos al pico a eso de las 12:30-1:00 y todo había cambiado. Hasta la visibilidad era distinta, era una historia bien distinta a la sesión de la mañana.

Las olas medían ya 25 metros. Laird sonrió y nos dijo… “VAMOS”

Yo sabía que aquello estaba lejos de mis posibilidades, fuera de mi nivel de tow-in con lo cual decidí remolcar a Sierra dentro de las olas más grandes que jamás había visto tan de cerca. Aquello era como bajar las olas desde las nubes.

Cuando las olas en Sprecks son golpeadas por un swell del norte cambian la zona de impacto y donde caen lo llamamos Egipto o Pirámides. Eran las olas más grandes y largas que jamás había visto, y yo he visto muchas olas grandes. Aquello era más grande que Jaws. Muchísimo más grande.

Tan solo había visto esta ola romper un par de veces. Laird la adora.

Al cabo de una hora en nuestra segunda sesión de tow-in del día, Brett había cogido unas olas increíbles. Era el turno de Laird. Las olas habían crecido y median ya 28 o 29 metros.
Sierra y yo nos habíamos tirado a la primera de la serie, ya remontando por el canal pudimos ver como Brett metía a Laird en una ola de más de 30 metros. Una vez dentro de ella pudimos ver como Laird comenzaba a girar a apenas 20 metros del labio, la estela de agua que salía de su tabla lo menos podría tener 10 metros. De haber cogido nosotros esa ola habría sido un desastre seguro…

Sierra estuvo pendiente del rescate de Laird por parte de Brett. Desde donde estábamos podíamos ver la tabla de Laird, e imaginamos que estarían en breve de vuelta.

Estábamos equivocados…

Durante el rescate de Laird la siguiente ola alcanzó a Brett el cual fué arrancado del Jetski y lanzado contra la tabla de Laird. Una de sus quilas rajó su gemelo. Brett perdía muchísima sangre. A Laird no le quedó más remedio que salvar la vida de Brett de inmediato. Sin la moto de agua y ayuda posible se quitó su chaleco y su traje de neopreno y usó sus mangas para hacer un torniquete en la pierna de Brett. Tras esto le cogió y comenzó a remar hacia la orilla con el cuerpo de Brett.

Viendo que no lograría salvarle la vida decidió dejarle flotando en pleno mar blanco de espuma y nadó como nunca lo hizo casi un kilometro hasta alcanzar la moto de agua. Una vez en ella logró arrancarla y fue en busca de Brett. Al final de la jornada Laird me confesó que sabía que no encontraría a Brett con vida…

Sierra y yo no teníamos ni idea de lo que estaba sucediendo. Estábamos en el pico esperando a Brett y a Laird para continuar disfrutando de la sesión. Pero estaba pasando ya demasiado tiempo y decidimos ir a ver qué pasaba. Llegando tan solo podíamos ver a una persona sobre la moto desnudo y sin su chaleco salvavidas. Cuando llegamos a la altura de Laird nos dijo “¡¡¡Coger las tablas, Brett está muy jodido!!!”

Vi la pierna abierta de Brett, un increible charco de sangre a su alrededor y a Laird desnudo. Volamos con los Jetski hacia la costa. Durante la frenética carrera hacia la costa Laird avisó a los servicios de urgencia con su talkie que nos esperaban en la costa con una ambulancia medicalizada. Una vez en la costa Laird completamente desnudo ayudaba a los socorristas a estabilizar a Brett. Alguien en la orilla le dejó una toalla a Laird para cubrirse.

Cuando Brett fue trasladado en la ambulancia recogimos las motos de agua tras las dos sesiones más brutales de surf de mi vida. Regresamos por tercera vez al pico, Sierra, Laird, un amigo y yo. Según llegábamos no podía creer lo que estaba viendo. Estaba gigantesco.

Sierra remolcó a Laird y le metió en la ola más grande que jamás haya surfeado. Tan solo Laird sabe la medida…

A partir de aquel día Brett tuvo bastantes secuelas físicas. Estuvo 10 días en la UVI y ahora está comenzando a caminar de nuevo. Me siento realmente bendecido por haber formado parte de aquel día y le doy las gracias a Dios por que Brett siga aún con nosotros.

Laird salvó la vida a mi mejor amigo y eso no lo olvidaré el resto de mis días.

La reputación de Laird es innegable. Cuando las cosas se pongan mal de verdad no habrá nadie en el mundo capaz de sacarte de ellas. Tan solo Laird podrá

5 comentarios:

Dani dijo...

Q wapo tio, se me puso la piel de gallina :S.
Los pavos estos tan muy hartos, ablan ai de olas de 30 metros como el q coje una baba un dia de verano.

Pedro dijo...

Ni Norris llega al nivel Hamilton. Esta noticia ya la había leído pero creo ke en una Surfer Rule

Homer J. Simpson dijo...

muy muy buena esta noticia.llega dentro de uno al leerla.

Rod_Sasaki dijo...

joer a mi tb se me vino a la cabeza chuck norris....

Kike "peri" dijo...

joder,me puso los pelos de punta,joooder.ademas sale con el pavo y vuelve a pillar mas olas jajaja,puto jefe laird...